Leer, a quien le guste, claro, muchas veces es una satisfacción, un goce, algunas, cuando nos equivocamos o por mejor decir equivocamos el libro que, en ese instante no nos está destinado, es una pequeña decepción, pero hay veces, ocasiones especiales, contadas, que leer es una iluminación, un tránsito a una tierra por explorar, un deleite, una entrada en un mundo diferente que, a partir de la lectura de ese libro, nos hará ser de otro modo.
Hay libros bueno, malos y regulares, hay libros interesantes por el tema pero cansados en la forma, hay libros amenos pero no demasiado literarios, hay libros entretenidos sin más, hay libros que interesan y que acompañan, y además, además de todo eso, hay otros libros.
Hay Libros en mayúscula que son lo que nos da el empuje para seguir leyendo. Que entran y se quedan, que permanecerán con uno hasta que uno se vaya de este pequeño mundo con la memoria de lo leído, que instauran un reino para que nos habite después de leídas las últimas líneas. Libros colibrí, libros arco iris, libros que pueden acabar bien o mal, y éste acaba melancólicamente mal, aunque lógicamente bien, pero que no se marchan, no se dejan en la estantería como a otros, siguen habitándonos.
Debe estar conectado para enviar un comentario.