Castilla y León en la Edad Media.

En este momento de la historiografía de España, en el que se pueden leer afortunadamente tantos libros acerca de lo que ha sido el devenir muchas veces convulso de las distintas geografías de nuestro país, y en el que asistimos, y a mí me parece una excelente noticia al renacer del interés por el pasado de Catalunya, Euskadi, Galicia, Aragón, etc, me parece que ha pasado un poco de puntillas un libro de un gran interés, al que  quizá se le prestó menos atención de la debida por estudiar una región que siempre ha sido acusada de centralista.

 

 

 

 

 

 

Las Raíces medievales de Castilla y León, de Julio Valdeón  Baruque, es un libro publicado en el 2004, por la editorial Ámbito. En él el autor desarrolla la historia de la región de modo que el lector asiste al nacimiento de lo que después se convertirá en la Castilla expansiva en todo el territorio que vino a llamarse España; a la vez, conjuga esta historia con el análisis de la inter-relación que tuvo Castilla con la región leonesa, de modo que leemos tanto su unión, como su posterior separación en diferentes regiones. Pero lo interesante del libro no es la mera narración de los hechos, bastante conocidos por lo demás, sino el análisis de Castilla ciertamente en algún aspecto novedoso, como fuente de libertades comunes siglos más adelante para otras comunidades; el análisis por ejemplo de la revuelta comunera es muy interesante, por lo que tiene no solo de rebelión popular sino de complemento aristocrático, un factor que muchas veces se olvida.

Algún tópico hay, y algún exceso de repetición de ciertos lugares comunes, en los que el autor ha optado por la vía cómoda del halago y la autocomplacencia, pero también resulta estimulante por otro lado leer cómo en Castilla el espíritu de libertad y de autogobierno se puso en contra de los señoríos en una gran cantidad de fechas significativas.

Un cierto sentido nacionalista medieval, que, leído hoy hace pensar en Castilla como iniciadora precisamente de lo que luego se ha acusado a otras comunidades, el sentimiento de identidad propia y diferenciada.

Interesante y ameno, aunque con alguna tendencia leve a cierta ampulosidad cuando el autor cae en el mero lirismo, los datos rigurosos y la sobriedad objetiva a la hora de analizar hechos y actos hacen que  el libro sea  muy recomendable.